Domingo
3 de febrero de 2013. Carta 2.
A
los jóvenes
"Ayudar
a construir un futuro mejor."
Este
año junto a muchos de ustedes, intentaré representar de la mejor forma a un
sector de nuestra sociedad. Llevo como “misión” el objetivo de alcanzar la Cámara de Diputados, para
fortalecer un “Proyecto de Nación” que viene creciendo en Argentina y
abriéndose paso frente a todas las adversidades.
Los
argentinos queremos ser un Pueblo libre, soberano y justo. Dueño de su destino.
No es soberbia, ni inventamos nada. Es el mandato de los próceres de la
argentinidad y la independencia americana. Es San Martín cuando nos alienta “Seamos libres que lo demás no
importa nada”. Es Manuel Belgrano cuando reflexiona “Sirvo a la patria sin otro objeto
que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro”. Es
Mariano Moreno brillante y lúcido que nos aclara que “Seremos respetables a las naciones
extranjeras….., solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo
sobrio y laborioso”.
El
Proyecto de Nación se hace añicos cuando para resolver los grandes conflictos,
problemas o desafíos que se nos presentan, elegimos la prepotencia o la
violencia y dejamos de lado la inteligencia, la reflexión y el debate.
Entendemos
que el uso talentoso de la fuerza seguirá siendo el alma de la política
nacional e internacional. Fuerza y no violencia, a la que solo se recurre
cuando no hay más alternativa para la protección de la Nación. Por eso
defendemos la Paz ,
sin desconocer que, en el tiempo histórico que nos ha tocado vivir, donde el
colonialismo y las apetencias imperiales siguen activas, un Proyecto debe ser
resguardado y protegido con todas las herramientas disponibles.
Como
argentinos no queremos ser: ni colonia, ni semi-colonia, ni factoría, ni Estado
asociado de ninguna gran potencia. Somos conscientes de la realidad que vive el
mundo. De las pretensiones que las grandes y las medianas potencias tienen
sobre nuestra integridad. Ese conocimiento es indispensable para actuar con
eficacia. Para que no se impongan voluntades ajenas a las mayorías populares,
portadoras últimas del gran mandato histórico.
Las
últimas décadas merecerían una especial atención. Allí se visualiza con total
claridad como los intereses extranjeros meten sus manos sobre nuestros recursos
naturales, mantienen el statu quo en Malvinas, controlan las áreas estratégicas
de nuestra economía, manejan nuestras finanzas, plantean una feroz lucha
cultural para que adoptemos sus valores, disputan en el terreno de la educación
las ideas sobre las que debe marchar nuestra vida, influyen sobre los medios de
comunicación y tienen de una u otra forma una representación política asentada
en los sectores sociales más trans-nacionalizados.
No
es mi intención en esta segunda carta avanzar en esos capítulos. Mi motivación
se plasma “de hoy hacia adelante”. Claro que necesitamos la memoria y el
entendimiento de la historia para Proyectar el futuro. Pero soy consciente que
estudiar el pasado es la obra por excelencia de los historiadores y si una
tarea debiéramos asumir los dirigentes políticos es ayudar a construir un futuro mejor.
Mario
Mazzitelli
Sec.
Gral. Nac. del PSA (Argentino)
No hay comentarios:
Publicar un comentario